LA IMPORTANCIA DE LA POSTURA EN MEDITACIÓN

Hemos visto que la meditación requiere disciplina, pues bien, esta disciplina también hemos de aplicarla  en la forma de meditar. Para poder entrar en nuestra mente, observarnos, y practicar la meditación necesitamos crear un entorno adecuado, sencillo  y agradable que acompañe la práctica.

Para ello, buscaremos un momento adecuado para meditar y un lugar agradable donde tengamos pocos ruidos y a ser posible ninguna interrupción. La ropa será cómoda y holgada. Una vez ahí,  pondremos nuestra atención en nuestro cuerpo ya que la postura de nuestro cuerpo en la meditación es igual de importante que el entorno.
La postura que tenga nuestro cuerpo va a influir en nuestra práctica de meditación, por ello es necesario que elijamos una postura que podamos mantener durante nuestra práctica meditativa, una postura correcta, sin tensiones ni contracciones y donde mantengamos la columna vertebral erguida

Una forma de meditar es en horizontal, tumbados boca arriba, lo que no se recomienda al  principio porque podemos quedarnos dormidos y no llegar a practicar meditación.

También podemos meditar sentados en una silla, recomendado para aquellas personas con dificultades físicas.

Otra postura de meditación es la conocida postura de loto, consiste en sentarnos sobre nuestros glúteos y apoyar el pie en el muslo de la pierna contraria, según la capacidad física se puede realizar simplemente flexionando las rodillas y cruzando las piernas, es la postura de medio loto en la que podemos utilizar un cojín o zafú.

Otra forma muy recomendada es meditar en un banco de meditación, donde la postura que adoptamos es sentados de rodillas apoyando los glúteos sobre el banco de meditación. De esta forma reducimos el esfuerzo en mantener la espalda recta y sostener el peso del cuerpo, lo que beneficia a la circulación sanguínea.

 

Artículo escrito por Teresa García - Terodos.es